jueves, 4 de marzo de 2010

CHILE, PAIS DE DESASTRES: Richter 8.8

Departamento agrietado completamente,
esta habitación se encuentra encima del canal que va hacia el Molino Koke y que cruza todo el parque de oriente a poniente. Calle Lourdes

Capítulo 1
Diálogo íntimo a las 03:34 AM

(Al borde de la cama veía a mi esposa levantada, algo me hizo despertar a preguntarle):
-Hola amorcito, dónde vas. (No hubo respuesta, había un fuerte ruido subterraneo a lo que argüí),
- Parece que hay un temblor, me voy a levantar mejor...
Dicho y hecho, el remezón aumentaba de intensidad, mi señora aferrada al dintel de la primera puerta, y yo en pijama y con alpargatas a toda velocidad me ubiqué en la puerta de la cocina. El departamento estaba oscuro, pero mi órganos sensoriales estaban funcionando de maravillas, era capaz de ver, oir y sentir con toda claridad lo que ocurría. Era evidente, mi cuerpo se había inundado con adrenalina, la sustancia que me permitiría salvar la vida.
- Mi señora grita por el Pato, el tercer integrante del grupo familiar, y del fondo de su habitación nos hace sentir que está despierto, y al unísono abre su puerta y sale al pasillo a ubicarse bajo el dintel, yo por mi parte en un agil movimiento bajo el automático y vuelvo a mi zona de seguridad. El ruido era ensordecedor, artefactos cayendo vidrios quebrándose, parecía que el departamento se estaba despedazando, y seguía el movimiento, cada vez más fuerte. Era como si las entrañas de la tierra se hubiesen ensañado con todo construído... un minuto, dos minutos, tres minutos, el tiempo era eterno. y nosotros aferrados al dintel para no caer... de súbito se detuvo...
- Rápido, a vestirse, pues van a venir las réplicas. Pato corrió a su habitación, y encontró una linterna. Yo luego de vestirme también aporté con linternas funcionando para todos los miembros de la casa.
Todo en menos de cinco minutos. Lo recomendable era salir fuera del edificio, a un lugar seguro, lejos de cablerío y de la fachada. En el pasillo venían bajando con cierta histeria dos vecinas del tercer piso, y pronto nos encontramos con otras tres más. Casi nos alegramos el ver nuestras siluetas que moverse con un propósito común, buscar resguardo fuera del edificio. Eran las cuatro de la mañana y y aunque había luna llena, obviamente no habían focos de luz alumbrando y pronto comenzaríamos a sentir frío. Como nosotros, muchos vecinos pernoctamos el resto de la noche afuera, a la intemperie...

Balcones completamente quebrados desde su base y
con evidente riesgo de caída


Probablemente, un relato parecido lo vivió gente de nuestro país desde La Serena hasta Temuco, la impresionante cantidad de 1140 kilómetros de extensión sacudida por el sismo.

Alrededor de las seis de la mañana, ingresé al departamento, estaba cansado y con frío pero no pude dormir, adentro reinaba el caos, muros resquebrajados, con ladrilos a la vista, vasos caidos, cuadros caidos, y el inconfundible olor a polvo en suspensión. Milagrosamente no había caido el pesado televisor del mueble...
Alrededor de las 7:30, sorpresivamente suena un celular de la casa, era mi hermana que llamaba desde La Serena, para saber como la estábamos pasando, también nos informó que les había ocurrido a ellas, y como estaban nuestros padres en Santiago, no alcanzamos a terminar la conversación cuando la señal del celular se fue.
Mientras los demás dormían, me arme de energías y salí en dirección al centro de la ciudad para saber como la habían pasado otros familiares. Por el camino sólo veía destrucción, Cornizas caidas, los muros de los negcios resquebrajados y amenazantes, en pleno centro, enormes vitrinas con ventanales quebrados, la Catedral de la plaza, con su torre destruida, mientras escucha a la gente que la histórica Igesia de la Merced, esa en donde se refugio nuestro héroe Bernardo O'Higgins, hace ya dos siglos atras estaba a punto de colapsar.
Muro exterior quebrado en avenida Koke

Capítulo 2

Catastro de daños en la Zona de Departamentos
:

A los pocos días, la administración del parque organizó una reunión, y para sorpresa de muchos, la sala estaba llena. Se realizó el catastro de daños, con el fín de elevar una solicitud a la autoridad comunal. El registro de daños oviamente era común a muchos departamentos:
  • Trizaduras del recubrimiento de muro
  • Desprendimiento del estuco hasta dejar visible el ladrillo
  • trizadura de la pared hasta ver hacia el exterior
  • Vidrios de ventanales quebrados
  • Balcones quebrados con daño estuctural
  • Separación de blocks
  • Focos de la calle pendiendo de los cables
  • Murallas agrietadas en departamento suspendido sobre canal
  • Separación de divisiones interiores de los departamentos
  • Desprendimiento de la taza del baño desde su base
  • Otros
Muros interriores con desprendimiento de estuco y
ladrillo a la vista


Capítulo 3

La solidaridad surge:



Como dice el tema: "sucede aun en los momentos más calmados", pero a la inversa. En este caso, luego de vuelta a la calma, surge la generosidad y la solidaridad en la comunidad.
Acopio de ropa de abrigo y alimentos no perecibles en
la sede de la administración del Parque Koke

Habían transcurrido más de 14 horas, y la electricidad aún no llegaba a la Villa. Nada sabíamos con certeza qué es lo que había ocurrido en el país. Todo se había transformado en un oscuro y nebuloso rumor. Poco a poco nos íbamos enterando; el epicentro había sido en Concepción con una intensidad inusitada, 8.8 en la escala de Richter y había tenido una duración también desmedida, se hablaba de 3 minutos y 51 segundo. Se escuchaba que en la ciudad penquista un edificio de alrededor de 15 pisos se había derrumbado.
Etapas de recolección, clasificación, confección de las bolsas de ayuda solidaria y proximamente la visita a las zonas afectadas.


No había TV, radio y tampoco internet. Luego de las 14 horas de conmoción desinformada, comenzó la transmisión de la realidad. Esta era aún más escalofriantes, efectivamente, un enorme edificio se había desplomado, había gente atrapada, fotografías de internet recorrían la web con puentes cortados, y carreteras de últma generación destruidas y con vehículos volcados de campana, no sólo el terror se vivió en Concepción, Maule y la Región de O'Higgins, sino que también en algunos sectores del mísmísimo Santiago se había visto abierta la ventana del apocalipsis. En la Zona costera, prácticamente en toda su extensión habían surgido marejadas y Tsunamis, incluyendo en la zona insular de Juan Fernández. Mucha gente desaparecida y muchas víctimas sin vida. Sin embargo además, muchímas personas habían quedado literalmente sin nada.
Surge la idea solidaria de crear una ayuda para la gente que lo perdió todo, y bajo el lema:

Parque Koke
Solidariza con Nuestros Hermanos Caídos


Caravana de ayuda solidaria recolectada en el Parque Koke
para la gente de la costa, devastada por la catástrofe


La idea es la recolección de Ropa de abrigo, alimentos no perecibles y frazadas. Esta sería llevada al centro de recpción de la administración, en donde lugo de clasificar y embolsar se entregaría directamente a la gente de alguna c
omuna de nuestra región que lo necesitase.
Uno de los vehículos con la carga solidaria en dirección a la zona del desastre.

Muy fuerte prendió la idea emanada del presidente de la Junta de vecinos del parque Koke y su directiva, Sr Hernan Valdivia, la que fue apoyada por otras juntas de vecinos y también por la administración del Parque. En tan sólo 3 días se organizó la campaña y, muy importante, se concretó a tiempo con el viaje a la zona de la catástrofe en la costa de Bucalemu.
Felices los voluntarios anónimos de
la caravana con la ayuda solidaria, en dirección a la costa.



Epílogo:

Finalmente, de la reunión citada por la administración para solicitar la visita de autoridades municipales y poder evaluar los daños en las propiedades del Parque Koke, se concretó con una cuadrilla de especialistas que recorrieron la zona el viernes 5 de marzo, cotejando todos los daños.
La naturaleza de este tipo de catástrofe, al menos hasta esta fecha aun no es posible predecir, lo que si podemos hacer es estar en permanente alerta, para reconocerlos a tiempo, y poder reaccionar para minimzar las víctimas y luego de ocurrido el evento, ser capaz de organizarnos adecuadamente para minimizar el efecto. Ya tenemos claro que vivimos en un país de desastres, que nos sacude el alma cada cierto tiempo, pero que mientras está calmo decimos con orgullo y casi con soberbia que vivimos en el edén.

RODRIGO FREDES SALINAS
TERAPIA PSICOSOMATICA
PARA EL MANEJO DEL STRESS

No hay comentarios:

Publicar un comentario