domingo, 12 de abril de 2009

LOS PERRITOS SON LINDOS Y SIMPATICOS PERO...

Debo aclarar que raramente hubiera pronunciado dicha frase, es curioso pero al parecer estas comunes mascotas tienen cierta aversión hacia mi persona y no han sido pocas las veces que he sido mordido por alguna de ellas. Esto no significa que les haría daño (aunque algunas francamente ameritan un severo castigo).

Mucha gente les gusta ser acompañadas por animales, les enseñan trucos, se comunican y les alegran la vida con las destrezas que aprenden, sin embargo como todos los seres vivos, los perritos deben comer y deben defecar, y ese es el real problema. Es probable que mucha gente encuentre que es de lo más natural encontrar dichos en cualquier parte de la vía pública, por mi parte debeo señalar que conocí ciudades dentro del país cuya cantidad de pistas dejadas por estas mascotas era desmedidamente exagerada (señalo explicitamente la hermosa ciudad de Valparaíso en los años 80), y realmente afeaba el paisaje, como tales observaciones fueron hechas ya hace tiempo, espero que los dueños, y los amantes de los animales hayan amaestrado a sus graciosas mascotas.

Bueno, Rancagua no es la excepción, y más aún, el Parque Koke tampoco lo es. Pueden parecer bochornosas las imágenes a exhibir, pero lamentablemente son reales (y no de plástico como aquellas bromas de dudoso gusto que solían vender en casas comerciales hace algún tiempo). Es claro que uno puede ser amante o no de los animales, pero también es claro que puede llegar a ser muy desagradable pisar excremento de perro en un un jardín y llegar a la casa embadurnando toda la alfombra con el consiguiente mal olor que aquel suceso despide.



Puede que el articulo en cuestión sea del peor gusto, pero es sólo la realidad... Por favor, señores vecinos y queridos conciudadanos, enséñele a su perro y a su gato que haga sus necesidades en donde corresponda, está claro que el perro es el mejor amigo del hombre, pero lamentablemente deja de serlo si en forma sistemática me ensucia el jardín (no por culpa de ellos, más bien por que su amo no le enseñó a tiempo donde hacer sus necesidades), y queda mi departamento con un aroma indeseable y con imagen impresentable.

Por último, quizás ya sea necesario redactar un documento denominado Reglamento Interno y que obviamente se haga cumplir.

Atte.

UN VECINO QUE VE LO QUE NO QUIERE VER